Lágrimas
Y ahí estabas, llorando desconsoladamente otra vez, conteniendo lágrimas que se mandaban solas por tus mejillas. preguntándote una y otra vez si eso era lo que merecías. Muchas veces estuviste igual, por una cosa o por la otra el siempre encontraba la manera de hacerte pedazos, pero con la excusa de que te quería. Y si, a través del dolor te das cuenta de muchas cosas, tus ojos se abren cada vez más, te das cuenta que lejos también puedes amar y que duele menos que estando a su lado, a veces no lo comprendes porque así te mantiene la esperanza, arraigada a la posibilidad de que sea tu persona. Y otra vez, ahí estaba yo, aguantando el corazón, quedando sola en esa mesa, sin poder creer el desplante, sin poder creer que estaba siendo lastimada de mil maneras diferentes y que ninguna expresaba más que odio, más que rencor y resentimiento, me pregunté si eso era lo que merecía, me lo pregunté más de las veces que podría escribir aquí, luego sin reparo tuve que levantarme ...